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Venimos por tu TikTok, bebé!

El inicio del año 2025 está siendo testigo de un fenómeno con todos los condimentos para aparecer en los libros de historia como síntesis de época, o al menos en aquellos escritos por millenals o la generación Z. Se combinan doomismo, ironía, cambio climático, ingenio popular, memes, tiktok, crisis estructural del capitalismo, cinismo y la geopolítica de la nueva guerra fría. Es para llorar, pero también para reirse.

Durante la mayor parte del 2024 el parlamento estadounidense ha avanzado con un enorme consenso bipartidario en general solo reservado para políticas de estado como el presupuesto para intervenciones militares. En esta ocasión tanto los demócratas como los republicanos han dejado de lado su acting habitual de policía bueno y policía malo para unirse en un bloque compacto: TikTok es un riesgo de seguridad nacional debido a su propiedad parcial por la empresa Bytedance de origen Chino, por tanto el Partido Comunista de China podría usarlo para influir en la la juventud. Alguien, gritan los parlamentarios del norte, debería pensar en los niños.

Las mejores mentiras tienen algo de cierto y es verdad que el ban a TikTok, aprobado en las dos cámaras y ratificado por el presidente y la suprema corte representa un riesgo para el establishment del sistema político estadounidense. Ese peligro no pasa, en rigor, por la posible influencia de una red social sobre su población - para eso están Twitter (ahora X), Facebook, Instagram, y todas las demás - si no que el problema es justamente que TikTok no puede ser tan fácilmente influída por el poder político americano. El riesgo real pasa menos por empoderar al fantasma del comunismo y más por evidenciar, por contraste, el cadáver andante del capitalismo.

A principios del 2024 ya se acumulaban un puñado de meses del genocidio palestino en Gaza, y en una reunión interna de la Liga Anti-Difamación (organización de lobby sionista en Estados Unidos que hoy se dedica a defender el saludo nazi de Elon Musk en la asunción presidencial de Trump) se lamentaba la pérdida de la capacidad de controlar la narrativa como hasta entonces había sido la norma.

“Tengo que señalar que tenemos un enorme problema generacional […], esta no es una brecha entre izquierda y derecha, es entre jóvenes y viejos […] los números aterrorizan.

Lo que tenemos en realidad es un problema de TikTok, un problema de la Generación Z”

Un año atrás algunos escribíamos que la maquinaria propagandística de los grandes medios anglo-europeos estaba siendo desbordada, en buena parte por su constante uso y abuso sosteniendo narrativas oficiales imposibles de creer en Ucrania y más dramáticamente en Gaza, pero con TikTok sirviendo de punta de lanza proporcionando la herramienta material de comunicación a sociedades que han perdido confianza en las instituciones mediáticas hegemónicas.

Hoy, esas primeras fisuras en el dique de contención informativa se extienden a punto de resquebrajar toda su estructura: las últimas semanas del 2024 estuvieron dominadas en el imaginario colectivo por el caso de Luigi Mangione, presunto asesino de Brian Thompson, CEO de una aseguradora privada del sistema de salud. A pesar de los mejores intentos de las autoridades políticas y las personalidades televisivas, el abrumador consenso social a nivel nacional e internacional tanto en redes como en encuestas resultó ser un simple, demoledor, y enfático “bien matado”.

El establishment estadounidense, acotado por la defensa acérrima al status quo del capitalismo internacional, se ha quedado sin margen de maniobra para afrontar sus crisis estructurales y recurre a soluciones cada vez más burdas y poco efectivas. En este marco de derrota absoluta propagandística ¿qué solución enarbola el mayor poder global de nuestros tiempos? ¡Prohíban TikTok, que la GenZ nos está ganando con memes! Prefieren eso que frenar un poquito la mano con el neoliberalismo genocida. Es para ponerse a llorar.

Y sin embargo, quienes seguimos el tema de cerca no podemos evitar terminar riéndonos, porque hasta la golpeada y desorganizada clase trabajadora de Estados Unidos, formada bajo la mayor maquinaria propagandística de todos los tiempos y desmoralizada casi por completo tuvo en un instante de brillantez la genialidad de lograr que el tiro termine saliendo por la culata.

En los últimos días antes de la prohibición, las App Store de Estados Unidos se despiertan con la noticia de que la app más bajada del país se llama “Xiaohongshu”, que los medios traducen generalmente como RedNote pero que se traduciría más genuinamente como “Little red book”, o ”Librito rojo”. Si, el de Mao. Los estadounidenses, llamándose a sí mismos “refugiados de TikTok” se están yendo a un TikTok Chino controlado aún más directamente por ese país. ¿Querían sopa? ¡Dos platos, y chinos!

La migración no solo está teniendo como efecto un nuevo golpe público a la maltrecha legitimidad de un sistema político que ya no representa a su ciudadanía, si no que además está cumpliendo y con creces sus mayores miedos sobre la rotura de su hegemonía mediática y narrativa: ciudadanos de a pie de Estados Unidos están hablando directamente con sus pares en China y descubriendo que poco hay de verdad en lo que les dijeron toda su vida sobre el país comunista.

Se comparan el precio y calidad de los surtidos semanales, el acceso a viviendas baratas sin pago de impuestos de propiedad, la seguridad de las ciudades, la calidad de la infraestructura, el transporte público, el precio de los autos eléctricos y de la atención médica, ademas de ver que impuestos que sostienen el sistema recaen abrumadoramente no sobre quienes ganan menos, si no sobre quienes tienen más. Los refugiados de TikTok no paran de expresar su asombro al descubrir lo que parece el mundo del revés, cuando los chinos les preguntan si es cierto eso de que tienen que pagar decenas de miles dólares por un viaje en ambulancia o que hace 16 años que no les suben el salario mínimo, ya que pensaban que eso no era más que propaganda del gobierno de Beijing.

Sara, una madre soltera publica un desahogo al borde del llanto:

“Estoy llena de furia, impotente […] necesito morder algo y gritar.

¿Me están diciendo que nunca tenía que ser tan dificil para nosotros? ¿Que en otros países no gastan el 20% de su sueldo en surtidos? ¿Que todo el mundo puede tener una casa porque no esta pagando un alquiler de $2.000 dolares? […]

¿En China tienen un trabajo solo, de menos de 40 horas (semanales) y pueden mantenerse? Yo estoy acá trabajando 60 horas por semana para apenas sobrevivir contando cada moneda, mientras hay tanto de la vida que mi hijo y yo nos perdemos por dinero, trabajo y la falta de una red de contención social ¿y me están diciendo que no tenía por qué ser así?

Nos mantienen con estas cadenas a propósito y nunca tuvo por que ser así, hice todo bien, fui a estudiar pero tuve que dejarlo para cuidar a mi madre porque estaba enferma y no hay servicios sociales, mi padre trabajó toda la vida y se murió, mi mamá quedó discapacitada y vivía a crédito, apenas sobreviviendo.

Hicimos todo lo que se supone que tenemos que hacer y todo no hace más que empeorar, no se suponía que tenía que ser así, y estoy furiosa de que lo sea, de haberme matado trabajando toda la vida para apenas sobrevivir, me obligan a ser pobre para que alguien más sea rico, porque pueden.

Resta ver cómo será el desenlace a partir de ahora: Estados Unidos intentó mediante esta prohibición forzar la venta de TikTok a capitales locales pero la empresa resistió la tentación hasta la fecha misma del ban. Trump hizo gala de su habitual instinto para el oportunismo político y firmó un decreto para extender el plazo, devolver la red social a su funcionamiento habitual y presentarse como su salvador, sin embargo es evidente que la pulseada fue ganada por TikTok y y eso les da aún más capacidad de negociación a futuro, lo cual tendrá nerviosos a los miembros del oligopolio tecnológico que se alinearon públicamente con el gobierno durante su asunción presidencial.

Sin embargo el daño ya está hecho: asistimos a un momento único en la historia ya que nunca antes los habitantes de los dos sistemas sociales antagónicos más desarrollados del planeta pueden comunicarse directamente entre pares y comparar su realidad material, mostrando la diferencia entre un gobierno que evidentemente se dedica al bienestar de la clase trabajadora frente a uno que opera abrumadoramente en beneficio del capital y costa de su gente.

Seguramente este fenómeno será temporal y es difícil que por sí mismo cambie radicalmente el sentir de las masas, apenas la de un nicho, sin embargo un dominó a veces tiene la capacidad de tirar muchos otros: en un revés magistral, el gobierno chino ahora planifica la liberación del acceso por internet a las redes occidentales tradicionales en la ciudad de Shanghai como ensayo para su liberación completa en el país, considerando que la infiltración cultural desde occidente ya no es un riesgo para ellos mismos si no una oportunidad de promocionar los éxitos de su modelo de país.

Los grandes cambios se construyen con pequeños hitos, la primera fisura del dique de información se volvió realidad al comienzo del 2025 aún contra los mayores esfuerzos del gobierno y la maquinaria mediática más poderosos de la historia. Los cambios, como las revoluciones, son imposibles hasta que son inevitables.

Les dejo, lectores, no con mis propias palabras, si no con la canción que los refugiados de TIkTok compusieron y eligieron como música de cierre. La GenZ dice con claridad, talento y gracia que entiende a la perfección como está funcionando el fin del mundo. Quizás todavía no tenga la fuerza para evitarlo, pero sí para condenar públicamente a quienes nos llevan hacia él con mucha más efectividad mediática que la destartalada maquinaria del capital.

Pero si me preguntás el peor problema es TikTok

No es el calentamiento global

Ni el acceso a la salud, seguridad social, aburrido!

Corrupción en lo más alto, ciudadanos siendo baleados

Con todo lo que pasa ahora es el momento ideal para

prohibir Tiktok.

Venimos por tu TikTok bebé! Seguro!